Jaime Zavala's Virtuosity

Nacido en 1976 en Viña del Mar, Jaime Zavala Benavente comenzó en 1988 sus estudios de guitarra y teoría. Aunque siempre se negó a tomar clases, sus propios métodos, altamente rigurosos y disciplinados, lo llevaron a transformarse en uno de los guitarristas más dotados técnica e interpretativamente, lo que habla de su gran capacidad musical y creativa.
Durante sus primeros años, Jaime Zavala se dedicó a absorber todo lo que llegaba a sus oídos: el rito diario lo constituían las 8 horas de estudio que cumplía religiosamente, donde analizaba la técnica de los guitarristas de bandas que sonaban en las radios en aquellos años, y estudiaba también Guitarra Clásica y Teoría Musical.
El esfuerzo de Zavala rápidamente daría que hablar. Ya en 1991, Jaime Zavala era permanentemente invitado a eventos en distintos colegios de Viña del Mar, donde deslumbraba a la audiencia por su virtuosismo y juventud. Pero Zavala, siempre en una posición extremadamente autocrítica, solía reprobar sus interpretaciones. Esto se debía a que recién durante ese tiempo tuvo la oportunidad de escuchar a algunos de los mejores guitarristas del mundo. Yngwie Malmsteen, Vinnie Moore y Joe Satriani se transformaron en la obsesión desde ese entonces para Zavala. Por ello estuvo ausente de todo evento hasta fines de 1992; sólo en ese entonces consideró que estaba en condiciones de presentarse. Pero la obra de los grandes maestros clásicos desde el comienzo acompañó a Zavala. Johann Sebastian Bach y Nicolò Paganini, sus preferidos, siempre tuvieron el más alto sitial en el concepto musical de Zavala. El problema era que no había forma de unir escuelas tan distintas, por ello Zavala se mantenía estudiando Guitarra Clásica, Guitarra Eléctrica y Teoría Musical en forma separada.
Definitivamente inclinado a estudiar Guitarra Eléctrica, pero sin intenciones de olvidar sus estudios paralelos, Zavala logró depurar su técnica hasta lograr un nivel jamás imaginado. En 1994, con sólo 18 años, se había transformado en uno de los mejores guitarristas de la región.
Al ingresar a la carrera de Ingeniería Civil Electrónica, en la Universidad Católica de Valparaíso, Zavala debió ceder la mayor parte de su tiempo, antes dedicado a la música, al estudio científico. Pero eso no significó un obstáculo en la carrera musical Jaime Zavala, puesto que al verse limitado en el estudio y ejecución de la Guitarra Eléctrica, se dedicó a perfeccionar sus conocimientos de Teoría Musical, con el apoyo del músico Javier Pozo. En ese momento comienza a concretarse uno de los sueños más profundos de Jaime Zavala: componer música, bajo una sólida base teórica y una fuerte inspiración emocional. En 1994 se integra al staff de trabajo de Yngwie Malmsteen, lo que facilita de gran manera su difusión internacional. Durante el verano de 1995 Zavala se presentó con gran éxito en distintos eventos en Santiago. Su reputación de virtuoso, que siempre le ha molestado, comenzaba a conocerse. Pero en ese año Zavala estuvo muy complicado con su problema vocacional: Tenía mucho que entregar pero sus estudios de Ingeniería no lo dejaban rendir el cien por ciento. Y Zavala no estaba dispuesto a rendir menos que eso. Fue durante 1995 en que Jaime Zavala se dio cuenta que "hacer música es mucho más que interpretarla". En ese momento decidió dar prioridad al estudio y a la composición que al escenario.
En 1996 Zavala ya era reconocido como uno de los grandes guitarristas de Chile. En Mayo, el GIT del Musician's Institute of California, en Estados Unidos, publica durante un mes sus lecciones "Advanced Techniques for Electric Guitar". En ese año comienza a concebir la idea de transcribir obras doctas para ser interpretadas por instrumentos modernos, en su afán de lograr la perfecta comunión de sus dos tendencias musicales, y compone varias de las Sonatas que componen su Op.1. También se presenta con éxito en conciertos en Viña del Mar y Santiago.
1997 es uno los años más fructíferos para Zavala. Compone la gigantesca obra "Magno Himno CDP Op.2", para orquesta sinfónica y banda; termina de escribir las "7 Sonatas para Guitarra Clásica Op.1", comienza con sus primeras transcripciones de obras doctas, que finalmente conformarán el Op.4, y escribe un grupo de 4 estudios para Guitarra Eléctrica publicados como "The Electric Guitar Etudes Op.3", piezas que persiguen el afán instructivo de los 24 Capricci de Nicolò Paganini.
En 1998, crea el Tour de Force, nombre con el que bautizó sus conciertos de música docta para Guitarra Eléctrica (y el nombre que se daba en el siglo XVIII a los conciertos para violín de compleja ejecución). Decide dar prioridad al estudio y la composición, y realiza sólo 4 conciertos durante este año. Hace una magistral transcripción del Himno Nacional de Chile, para Guitarra Clásica, y del Himno Inglés "God Save The Queen", que forman "Transcriptions of National Anthems Op.5" y crea su primera obra para orquesta de cámara, "Concerto Nº1 in Sol maggiore Op.6". Trabaja inspirado en las composiciones de Jaime Barría, fundador de la banda chilena Bordemar, en un proyecto de folklore moderno, de donde aparecerá la "Cueca Progresiva". En Noviembre es aceptado como miembro del grupo mundial de Discusión y Análisis de la obra de Johann Sebastian Bach.
Durante 1999, compone un par de sonatas para Guitarra Clásica bautizadas como "Madre e Hija Op.7"; el "Concerto Nº2 in Mi minore Op.8", la "Overture Lorena Op.10" y "Allegro for Gabriela Op.11" (Obras para orquesta de cámara); el "Presto Op.9" (Obra para Clavecín), y varios experimentos musicales no catalogados. Realiza un par de conciertos en Santiago, fuera del concepto de Tour de Force.
El año 2000 momentos importantes suceden en la carrera de Jaime Zavala. Viaja a Estados Unidos, a buscar la magnífica guitarra que encargó a Ibanez, bautizada como "Ibanez Guarneri del Gesú", un verdadero lujo de instrumento que contribuye a realzar la técnica y calidad interpretativa de Jaime Zavala. En Mayo, el Istituto di Studi Paganiniani de Génova declara aprobada su transcripción para Guitarra Eléctrica de una de las sonatas para violín de Nicolò Paganini. Algunos críticos afirman que "hay muchos virtuosos pero Zavala es el único que logra hacer hablar su guitarra", por lo que la demanda por ver en vivo a Zavala, interpretando sus complejas transcripciones en su excepcional guitarra, se torna aún más alta cuando anuncia que el 2000 será el último año del Tour de Force. Finalmente, en los últimos días de Diciembre, en un pequeño lugar y acompañado por sus familiares y amistades más cercanas, realiza el Grand Finale del Tour de Force. En Febrero del año 2001, Jaime Zavala se incorpora como guitarrista estable al proyecto musical de MOMO. En una nueva faceta, totalmente ajena al virtuosismo que le valió el respeto de mucha gente y en muchos lugares del mundo, Zavala espera seguir con su objetivo: "más allá de la música, de la técnica y de lo que representa en sí la interpretación, están los sentimientos y los lugares mágicos a los cuales te puede llevar una melodía. Si yo, con mi música, soy capaz de llevar a alguien a esos lugares y de lograr que afloren los sentimientos, ese es el mejor premio que puedo recibir".

Antonio Jara, Kammermusic das Köln Orchester, Mayo 2001.

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